Existen muchos platos típicos de Gran Bretaña que no necesitan mucha elaboración. El que hoy presentamos es uno de ellos, pero sin duda cumple con creces su función. Se trata del célebre desayuno inglés, que tanto nos cuesta aceptar a los mediterráneos acostumbrados a comer poco por las mañanas.
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Lo cierto es que el desayuno, primera comida del día, debe ser la más consistente, ya que nos llenará de energía que podremos quemar durante el resto del día con nuestra actividad. En Gran Bretaña se toman esto muy en serio, de tal forma que un desayuno inglés que se precie contará básicamente con salchichas, morcilla (conocida como black pudding) bacon, judías, huevos fritos y pan tostado. Para disfrutar bien de esta comida debe acompañarse, cómo no, de un buen té.
Un desayuno rico en proteína y grasas, lo cual aporta una buena dosis de energía para la actividad diaria. Aún así, es importante señalar que no se debe en ningún caso abusar de un plato así, pues nuestra salud se resentiría en poco tiempo.
Buen provecho!
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